Nació en Boston el 19 de enero de 1809 en el seno de una familia de cómicos
ambulantes. A los dos a�os pierde a su padre, tísico y alcoholizado, que deja a su esposa,
enferma del mismo mal, la tarea de sacar adelante a sus tres hijos. Pronto morirá
ésta también, iniciando Poe en su temprana ni�ez una sobrecogedora familiaridad con la muerte.
Poe fue adoptado por un rico comerciante escocés de Richmond (Virginia), John Allan, cuya esposa no tenía hijos. Ésta y su hermana colman de afecto al huérfano, tolerando todos sus caprichos. Los Allan se trasladan a Inglaterra (a Liverpool) y Edgar cursa sus estudios en Escocia, en Londres y en Stoke Newington, donde durante cinco a�os aprende francés, latín, historia y literatura. Su experiencia inglesa se ve marcada principalmente por la influencia mágica de los viejos barrios, las casas antiguas, los húmedos sótanos y los tétricos corredores, que lleva al espíritu medroso y excitable del futuro escritor una extrema afición por lo macabro y lo misterioso.
Vuelve con la familia Allan a Estados Unidos, donde Poe completa su formación humanística y empieza a vivir una larga cadena de amores imposibles, frustrados y platónicos, que constituirán una tónica a lo largo de toda su existencia.
Matriculado en la Universidad de Virginia, es expulsado por su afición a los juegos de azar, ante la repulsa de su padre adoptivo, de quien se separa orgullosamente a los dieciocho a�os de edad, cambiando el ambiente afectuoso y acomodado de la familia que le había tenido como hijo por una existencia sometida a los avatares del azar, un azar presidido por una predisposición heredada al alcohol que pesará sobre él como una inexorable condena.
Poe se traslada a Boston e invierte el poco dinero que le resta en la publicación de unos primeros escritos (Tamerlán y otros poemas) que pasan inadvertidos. Sirve en el ejército mientras redacta su poema Al Aaraaf, intentando acomodarse a la disciplina de la prestigiosa Academia Militar de West Point, de la que acaba siendo expulsado. Sediento de afecto familiar, se traslada a Washington a probar fortuna inítilmente, y luego a Baltimore, a casa de su tía paterna María Clemm, donde vivirá uno de los pocos períodos felices de su existencia.
Su tía y una jovencísima primita colman el afán de cari�o de nuestro autor, cuyas poesías comienzan a ver la luz pública y a recibir una buena acogida de la crítica. Su Manuscrito encontrado en una botella obtiene el premio de una revista.
Estamos en 1836, y Edgar se ha casado con su prima, casi una ni�a, la hija de su tía María Clemm, en un matrimonio que probablemente nunca se vió consumado. Su crónica melancolía deshace lo que podía haber sido una vida familiar emocionalmente estable y la regularidad de un trabajo fijo y bien remunerado. Es el momento en que nuestro autor da a conocer su única novela, Las aventuras de Arthur Gordon Pym, y su primer volumen de narraciones (Relatos de lo grotesco y lo arabesco), aparecidas en una revista de Filadelfia, donde el escritor da muestras de acusada personalidad en cuentos como El hundimiento de la casa Usher, William Wilson y Morella.
Nuevos problemas creados por su conducta desordenada, que esta vez se ven acrecentados por la grave enfermedad de su esposa (tuberculosis) y por muy serios apuros económicos. Edgar tiene el ambicioso y utópico proyecto de publicar una revista propia y original, pero se ha de contentar con colaborar en algunos periódicos neoyorkinos. En ellos aparecen relatos que, como El escarabajo de oro y Los crímenes de la calle Morgue, constituirán el auténtico embrión de la moderna novela policíaco-detectivesca. En 1845 el Evening Mirror publica su breve poema El Cuervo, cuyo carácter tétrico, fatalista y morboso produce un indudable impacto en el público......
Continuará